no escuchar gritos alrededor,
no mediar peleas absurdas por tonterías que no van a ningún sitio,
poder salir y entrar sin pensar qué encontrarás al llegar.
Sin reproches ni malas caras, sin controles, sin pestillos ni puertas cerradas,
sin tenerse qué esconder bajo la almohada.
Qué ansiada independencia,
para poder escapar de las noches de llanto escondido,
simplemente por el hecho de tener un poquito de PAZ.
2 comentarios:
No hay nada como un momento de paz. No te das cuenta el valor que tiene hasta que lo lográs.
BESOTES HERMOSA Y BUEN FINDE!!
vuelta a la calma, siempre llega después de las tormentas y que razón tienen, te he dejado escrito por el mesenger a ver si te apetece el plan xa mañana, besetes
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