El accidente de un avión de Spanair con destino a Las Palmas de Gran Canaria en el aeropuerto de Madrid Barajas ha causado al menos 153 muertos. Los
cadáveres están siendo trasladados al pabellón 6 de IFEMA. La mayoría eran españoles.
En el vuelo JK-5022 viajaban 164 pasajeros, dos de ellos bebés, y 9 tripulantes, de los cuales al menos uno ha logrado sobrevivir. Hasta el momento se han rescatado 120 cadáveres, según el subdirector general del SAMUR, Ervigio Corral, aunque los efectivos continúan con las labores de rescate. No hay esperanzas de encontrar más supervivientes y 10 policías especialistas en el análisis de ADN
trabajan en la identificación de los cuerpos.
En cuanto al número de heridos, fueron 28 los rescatados inicialmente pero
sólo 19 continúan con vida, 11 de ellos en estado grave. Fueron trasladados a hospitales de la Comunidad de Madrid. Entre ellos hay grandes quemados y varios niños. Están repartidos entre los hospitales La Paz, La Paz Infantil, Ramón y Cajal, Doce de Octubre, La Princesa, Infanta Sofía, Niño Jesús y Hospital del Norte.
Un miembro de los servicios de emergencia ha relatado a 20minutos.es
cómo es el escenario de la catástrofe. "El avión está completamente calcinado y el fuselaje deshecho. En un radio de unos 500 metros cuadrados había cadáveres carbonizados o con traumatismos incompatibles con la vida", dijo. Junto a ellos, maletas y otros cuerpos sin vida aunque intactos.El aparato se estrelló en un valle arbolado junto a un riachuelo dentro del recinto de Barajas, y ha sido allí donde han hallado a la mayoría de los supervivientes. Se trata del
accidente más grave ocurrido en Barajas en 25 años y el peor acaecido en Europa en la última década.
Además, tiene lugar
en plena crisis de la compañía aérea.
El avión, un MD-82, sufrió una salida de pista cerca de las 14.45 en la pista 36, cuando se disponía a despegar en un segundo intento tras tener problemas en el primero. El siniestro se produjo después de que la aeronave alcanzase la velocidad V3 o punto de no retorno. Entonces se incendió uno de los motores; el avión se salió de la pista y chocó contra el suelo provocando un incendio. El fuego fue apagado por los Bomberos de la Comunidad de Madrid en torno a las 16.30 horas.
En el aeropuerto, donde inmediatamente se decretó el estado de emergencia, se habilitó una gran nave para atender a los familiares de los pasajeros. Hasta allí se desplazó un equipo de psicólogos, ya que había al menos 70 familias intentando informarse acerca de sus parientes.
Aunque se desconocen las causas del siniestro, todo apunta a un incendio en uno de los motores. No obstante, las cajas negras del aparato ya han pasado a disposición judicial para el estudio de su contenido. Aviación Civil, por su parte, ha comunicado que la aeronave tenía el certificado de aeronavegabilidad, que se renueva todos los años, en vigor con todas las inspecciones necesarias.
Tres días de luto
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, el de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la de Fomento, Magdalena Álvarez,
se desplazaron nada más conocer la noticia a la T-4 del aeropuerto. También lo hicieron el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la delegada de Urbanismo, Pilar Martínez.
El Ayuntamiento de Madrid, además, ha declarado tres días de luto oficial tras el siniestro.