Dejar de ser quienes somos,
crecer a pasos agigantados,
adelantar el tiempo, la edad, las experiencias y los sentimientos.
Dándote un paseo por este mundo, puedes encontrarte con la falta de infancia,
las vivencias precoces se basan en el adelanto por el riesgo, la previa fribolidad, el juego con los límites, la búsqueda de sensaciones.
Hoy día cuesta distinguir a las niñas de 13 y 14 años de las mujeres. El ansia por captar la atención, por ser admiradas por los hombres, por vestirse de algo que no son aún, parece poderoso.
La falta de atención y la carencia afectiva se traduce en una búsqueda incesante de la identidad de la adolescencia quedándose en un vacuo escaparate de circo lleno de vestidos y formas modélicas, compitiendo por quien enseña más al mejor postor.
¿Dónde quedó la infancia y la inocencia?
3 comentarios:
Lolita es una historia muy conmovedora, ya sé que no hablas de eso, je, pero hoy no ando filosofo, asi que me remito a la foto y recomiendo la peli, jejeje
besos!
jajaja,me tenías abandonado el blog.
Sí, la película es muy sentimental, la historia es bella y triste a la vez. La he visto varias veces siempre a mitad, un día la veré desde el principio.
Un besito
Desde luego no sé a dónde vamos a llegar, dentro de poco me veo a las niñas de 10 años pintadas como una puerta y enseñando su cuerpo al mundo como hemos podido comprobar Ana y yo...jaja. QUÉ ASCO DE MUNDO DE VERDAD! VIVA LA SUPERFICIALIDAD!!!!
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