Poder andar, correr, hablar, movernos y hacer las cosas por nosotros mismos, el simple hecho de poder coger algo, comer o vestirnos por nosotros mismos es un lujo que algunos no pueden permitirse.
Y si, todos sabemos la teoría, sabemos que todos no tenemos las mismas oportunidades, pero hasta que no lo vemos, y lo palpamos no sabemos ciertamente lo que es.
Es duro, ver cómo una persona no puede valerse por sí misma, y cómo vive un día tras otro del sillón a la cama con la única distracción de la televisión siendo consciente de ello, de todo lo que no puede hacer, de todo lo que hacía y en un segundo, no tiene autonomía ni para su aseo dependiendo siempre de otro cuerpo.
Viendo cosas como estas cada día te das cuenta de la suerte que tienes de tener autonomía e independencia, y puedes valorar la simple acción de escribir estas letras.
2 comentarios:
Tienes razón, en esa situación hay que ser muy fuerte mentalmente. Y pensar que a veces nos quejamos por pequeñeces y estamos tristes, sin valorar lo mucho que tenemos...
Es que no lo valoramos, porque lo tenemos. Ahora si tenemos la mala suerte de perder esa autonomía, es terrible; pues nunca se te pasa por la cabeza que le puede pasar a cualquiera.
BESOTES HERMOSA Y BUEN FINDE!
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