En un mundo donde hacer el tonto está tan al alcance de la mano,
es muy difícil tenerlo todo claro,
y cuando encuentras algo por lo que merece la pena luchar...a veces, por más que quieras, cuesta mucho confiar.
La carrera hacia la confianza es como un camino lleno de espinas,
te pinchas y te sigues pinchando,
y cuando ya no puedes sangrar más... aparece esa rosa que esperabas.
Pero tus manos están tan cansadas y marcadas, la sangre es tan fresca...
que esa rosa te costará coger y aún cuando te animes a admirarla y apreciar su fragancia...
aún cuando creas que la podrás coger, siempre temerás sangrar.
¿Cómo saber cuánto confiar?
1 comentario:
Dificil, muy dificil......
Si a veces no podemos confiar ni en nosotros mismo, nunca podremos estar al 100% seguros de los demas.... pero claro, asi pienso yo que soy bastante pesimista.
un beso anika
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