La otra noche me preguntaron si creía en el destino y siempre afirmo lo mismo; sí creo. De alguna forma creo que nuestra vida sigue un curso que está escrito, no me refiero al hecho de poderlo adivinar, si no al hecho de que todo sucede por algo y todo tiene un curso a veces ilógico pero con sentido al fin de al cabo.
Porque cuantas menos probabilidades hay de que la noche sea perfecta lo es, cuando una ráfaga de tristeza recorre tu cuerpo aparece una sonrisa amable en cualquier esquina y esa persona que crees que nunca te miraría entre la multitud te mira con complicidad esperando un palabra y aquella que crees que se aleja sigue a tu lado sin decirlo.
Hay algo mágico en el curso de la vida, podría llamarse destino.
2 comentarios:
yo tambien creo en el destino, algo tiene que moverse sin darnos cuenta, algo hace alejarnos y volver a encontrarnos, pelearnos y distanciarnos, abrazarnos y querernos, olvidarnos y reencontrarnos rescatando un sentimiento escondido...
Estoy algo filosofica hoy!
te quiero rata
A pesar de parecer excesivamente fantasioso, creo hay algo por ahí escrito, un libro que lleva el título de nuestro nombre.
De todos modos, dicen que el destino es aquello que empieza a escribirse cuando uno mismo pierde su pluma, con lo cuál, algo tendremos nosotros que decir o que dirigir o que cambiar o que conducir...
Un abrazo
(Me encanta haber descubierto tu blog!)
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