La justicia alemana inició el proceso contra el dueño de un bar berlinés por emborrachar hasta la muerte a un adolescente de 16 años, que entró en coma tras beberse 45 copas de tequila y pereció un mes después en un hospital sin llegar a despertar.
La fiscalía de Berlín acusa al propietario del local, el ciudadano turco Aytac G., de 28 años, de graves lesiones físicas con consecuencia de muerte, para lo que el Código Penal alemán contempla una pena de entre 3 y 15 años de cárcel.
"Fue equivocado lo que hice sin ningún tipo de peros", dijo hoy el acusado en una declaración ante el tribunal al iniciarse el proceso, en la que añadió que ni esperaba ni deseaba la muerte del adolescente.
La acusación señala que el dueño del bar invitó en febrero de 2007 a Lucas W., el adolescente de 16 años, a una competición para comprobar quién de los dos tenía más aguante bebiendo alcohol.
Retó al joven a ver quién bebía más pero él bebía agua
Sin embargo, mientras servía al adolescente una copa tras otra de tequila, el dueño del bar le engañaba y sólo tomaba copas de agua, hasta que Lucas perdió el conocimiento tras ingerir no menos de 45 vasitos del aguardiente mexicano.
Tras ser ingresado en un hospital con un coma etílico, los médicos que atendieron a Lucas W. midieron una concentración de 4,4 miligramos de alcohol en su sangre y no pudieron evitar su muerte cuatro semanas después por envenenamiento alcohólico.
El dueño del bar, que fue clausurado poco después, está acusado además de servir alcohol a menores en 173 casos conocidos.
Dos jóvenes que trabajaban en el mismo bar y ayudaron a su dueño en la competición con Lucas W. fueron condenados hace un año como cómplices a realizar un curso de ayuda social de diez meses.
La fiscalía de Berlín acusa al propietario del local, el ciudadano turco Aytac G., de 28 años, de graves lesiones físicas con consecuencia de muerte, para lo que el Código Penal alemán contempla una pena de entre 3 y 15 años de cárcel.
"Fue equivocado lo que hice sin ningún tipo de peros", dijo hoy el acusado en una declaración ante el tribunal al iniciarse el proceso, en la que añadió que ni esperaba ni deseaba la muerte del adolescente.
La acusación señala que el dueño del bar invitó en febrero de 2007 a Lucas W., el adolescente de 16 años, a una competición para comprobar quién de los dos tenía más aguante bebiendo alcohol.
Retó al joven a ver quién bebía más pero él bebía agua
Sin embargo, mientras servía al adolescente una copa tras otra de tequila, el dueño del bar le engañaba y sólo tomaba copas de agua, hasta que Lucas perdió el conocimiento tras ingerir no menos de 45 vasitos del aguardiente mexicano.
Tras ser ingresado en un hospital con un coma etílico, los médicos que atendieron a Lucas W. midieron una concentración de 4,4 miligramos de alcohol en su sangre y no pudieron evitar su muerte cuatro semanas después por envenenamiento alcohólico.
El dueño del bar, que fue clausurado poco después, está acusado además de servir alcohol a menores en 173 casos conocidos.
Dos jóvenes que trabajaban en el mismo bar y ayudaron a su dueño en la competición con Lucas W. fueron condenados hace un año como cómplices a realizar un curso de ayuda social de diez meses.
El caso levantó en su momento un gran debate por el alarmante consumo de alcohol de muchos niños y adolescentes en Alemania.
La senadora de Sanidad de Berlín, Katrin Lompscher, exigió una condena severa para el propietario del local y reclamó de la sociedad que haga frente al creciente problema del consumo de alcohol por menores de edad, quienes "generalmente lo consiguen de manos de personas adultas".
La senadora de Sanidad de Berlín, Katrin Lompscher, exigió una condena severa para el propietario del local y reclamó de la sociedad que haga frente al creciente problema del consumo de alcohol por menores de edad, quienes "generalmente lo consiguen de manos de personas adultas".
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