jueves, 27 de enero de 2011

¿Dónde está el cuerpo de Marta?

Se ha cumplido el segundo aniversario de la desaparición de la joven Marta del Castillo. Y hoy comienza el juicio al menor implicado, Javier G. El Cuco, acusado de asesinato, violación y profanación de cadáver -por evitar dar sepultura al cuerpo de la adolescente sevillana, que murió con 17 años-. Se trata de una oportunidad clave para hallar respuestas ocultas durante dos años. El juez de menores Alejandro Vian intentará arrojar luz sobre un oscuro crimen enredado por medias verdades y medias mentiras de cinco inculpados. Un caso que sigue lastrado por un cuerpo del delito, desaparecido para simpre en el Guadalquivir.



La fiscalía defiende ante el TSJA que un jurado popular vea el 'caso Marta'
El Cuco reitera su inocencia y afirma no saber dónde está el cadáver de Marta del Castillo
Carcaño se niega a declarar
La fiscalía considera probado el delito contra la integridad moral de los padres de Marta.
Tras una investigación policial y una instrucción judicial repletas de sobresaltos, comienza el juicio a El Cuco, que el día del crimen contaba con 15 años. El suceso devino en una movilización nacional de voluntarios y 220 agentes que rastrearon el río, un vertedero y 40 zanjas, 150 muestras de ADN y 3.000 llamadas analizadas, reuniones de la familia de Marta con el presidente del Gobierno y el líder de la oposición para reforzar la búsqueda del cadáver. Todo resultó inútil.

La polémica aún acompaña al caso. Los jueces consideran que Miguel Carcaño, de 19 años y ex novio de Marta, y El Cuco violaron y asfixiaron juntos a la joven. La fiscalía pide para el primero 52 años de cárcel y para el segundo seis años de internamiento en un centro y tres años de libertad vigilada. Además, pide que El Cuco indemnice al Gobierno con 616.319 euros, importe de la búsqueda del cuerpo de Marta.

Durante la investigación, El Cuco ha cambiado de versión. Al principio dijo que colaboró para trasladar el cuerpo de Marta y arrojarlo al río. Luego afirmó que confesó atemorizado por "presiones" de la policía. Su último relato rechazó cualquier implicación y dijo que había estado de botellón con unos amigos. Pero las declaraciones de los chicos que supuestamente compartieron esa cita no coinciden en los horarios de sus movimientos ese día.

Al comienzo de la investigación, su papel parecía el de un simple encubridor. En cambio, la última declaración de Carcaño que le implicaba en el asesinato y la violación le definía como un adolescente cruel y calculador. "Los hechos implican un conocimiento de la víctima que revela una profunda crueldad de los chicos. Ella formaba parte del 'nosotros' y le da un carácter más terrible al caso", señala Vicente Garrido, profesor de Criminología de la Universidad de Valencia.

El juez instructor sostiene que la noche del crimen, el adolescente estaba en el piso de Carcaño junto a Marta, que compartieron drogas y alcohol y que Carcaño agredió a Marta "despechado y encolerizado", tras rechazar Marta un beso. A continuación, ambos amigos agredieron a la menor antes de violarla por separado. Tras finalizar las agresiones sexuales, ambos maniataron a Marta con cinta aislante y la asfixiaron con un cable eléctrico, siempre según el auto judicial. Al salir de la casa, El Cuco arrojó una navaja tipo mariposa que usaron para amenazar a Marta, y que semanas después la policía encontró en una alcantarilla junto a la vivienda. Tras el crimen, con la ayuda de su amigo Samuel Benítez, los jóvenes trasladaron el cuerpo de la joven hasta un lugar desconocido con el coche de la madre del menor. El juez considera que antes los tres amigos habían coincidido en el salón de la casa con el hermano de Carcaño, Javier Delgado, y su novia, María García, que presenciaron el cadáver de Marta envuelto en una manta.

Los cuatro adultos acusados, entre ellos Carcaño, están llamados el próximo miércoles a declarar como testigos y, por tanto, están obligados a decir la verdad, pero son imputados en un proceso paralelo. El juez decidirá cómo responderán a las preguntas que podrían alumbrar el crimen o enmarañarlo aún más.

"El Cuco ahora es otra persona. Se ha desarrollado, está fuerte y hace deporte", relata su abogado Fernando de Pablo sobre el cambio experimentado por Javier G., de 17 años. En dos años, ha dado el estirón, ha estudiado un módulo de FP para ayudar a mayores enfermos y, recientemente, ha realizado las prácticas de dicho curso. Desde el pasado noviembre, el adolescente vive en un piso tutelado con otros jóvenes supervisados por monitores.

Miguel Carcaño, principal acusado del crimen de Marta del Castillo, se ha negado a declarar hoy durante su comparecencia como testigo en el juicio al menor Javier G. El Cuco,, imputado de asesinato y violación. A continuación de Carcaño, su hermano Javier Delgado y su amigo Samuel Benítez también han rechazado ofrecer detalles del crimen ante el juez de menores durante sus comparecencias como testigos.

María García, la novia del hermano de Carcaño, acusada de encubrimiento, ha sido la única testigo que ha ofrecido una declaración algo más extensa al juez. La joven se ha limitado a insistir en que la noche del crimen estuvo estudiando en el piso donde presuntamente murió Marta y no oyó nada porque "allí no hubo nada", según fuentes de la fiscalía. Delgado explicó brevemente que se ratifica en sus anteriores declaraciones policiales y judiciales. "No tiene ni idea de qué pasó esa noche porque estuvo trabajando en su bar", resumió su abogado José Manuel Carrión.

La comparecencia de Carcaño ha durado una hora y 20 minutos, pese a que no ha declarado como testigo, porque el juez ha leído sus anteriores declaraciones y se ha visionado el vídeo de la reconstrucción de los hechos. Carcaño ha permanecido en silencio y cabizbajo durante su comparecencia. El joven había llegado a la Audiencia Provincial esposado tras su traslado desde la cárcel de Morón (Sevilla), vestido con un pantalón negro, sudadera gris y zapatillas deportivas blancas. A continuación, fue llevado de regreso a la prisión.

La abogada de Carcaño, Paloma Pérez, aconsejó al joven que, en caso de que tuviera intención de declarar [Carcaño ofreció durante la instrucción cuatro versiones diferentes del suceso al juez], desvelara dónde ocultó el cadáver de Marta, que permanece desaparecido desde el crimen, el 24 de enero de 2009. El consejo resultó inútil.

El juez de menores Alejandro Vian permitió a los cuatro adultos imputados por la muerte de Marta que comparecieron hoy como testigos, que lo hicieran en presencia de sus abogados.

2 comentarios:

Salva dijo...

He de confesar que me estremecen estos sucesos y procuro no leer mucho porque situaciones asi, buf, da una inmensa pena, miedo, impotencia... es increible que la justicia pueda amparar y hacer que la verdad retroceda, se enmarañe... creo que ante tantas pruebas, el acusado debería estar "obligado" a confesar, no sé, es indignante y, a la vez, aterrador, gente que formaba parte del entorno de esas chica y que ocultaban otra cara tan fria, sádica y asesina... ojalá algún día lleguemos a construir un mundo en el que estas cosas no pasen...

Anika dijo...

Ya, opino como tú, no sé como una panda de niñatos asesinos pueden torear a la justicia y salirse con la suya, dos años lleva ya esa pobre familia sufriendo y lo que les queda, que en dos años no les hayan hecho cantar y que aún sigan sin decir nada y tan anchos, es indignante.
Ya ni el consuelo de la justicia tenemos.